jueves, 18 de mayo de 2017

¿Por qué no votar por el PRI este 4 de junio?

Hago un recuento rápido de mis amigos que viven en el Estado de México y que han padecido alguno de los siguientes delitos en dicha entidad: asalto en transporte público, robo de auto, robo a mano armada, secuestro, secuestro exprés y asesinato. Los municipios conurbados del Edomex son verdaderos círculos del infierno.

Ya no se trata de percepción, de estar a favor o no del PRI. Es una realidad tangible e ineludible que viven millones de mexiquenses y miles de personas provenientes de la CDMX que periódicamente tienen que ingresar a esa tierra sin ley que es el Edomex.

Los municipios de Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan, Tultitlán, Nezahualcóyotl, Coacalco, Cuautitlán y Cuautitlán Izcalli cada vez se parecen más a las favelas brasileñas. La gente vive hacinada. No hay parques ni espacios públicos de esparcimiento. Las vialidades están en pésimas condiciones. El paisaje urbano es deprimente: gris, contaminado, con calles atestadas de autos, sin árboles ni áreas verdes. El transporte público es infame y sumamente inseguro, sin mencionar las horas que hay que pasar en el tráfico en la ida y vuelta al trabajo.

La gente ya se ha acostumbrado a vivir así: con miedo, hacinada, con calles feas, servicios públicos de ínfima calidad y servidores públicos ineficientes y corruptos. Eso no puede continuar, es indigno. La indiferencia e indolencia de los gobernantes vulnera los Derechos Humanos de los mexiquenses.

Vienen las elecciones, y es deprimente escuchar a los candidatos con sus propuestas huecas, su desconocimiento de los problemas de la gente, su cinismo, su indiferencia. Es verdad, todos parecen estar cortados con la misma tijera. Sin embargo, creo que está vez el electorado debería tener un objetivo común: echar al PRI del Estado de México.

Los demás contendientes no parecen mejor opción, pero definitivamente el PRI ya no puede continuar gobernando en el Estado de México. El partido tricolor es impresentable, y no tiene ya ningún argumento para volver a pedir el voto de la gente. Cualquier propuesta que presente se hace polvo en el aire: “Mano dura contra la delincuencia”, “reducir la pobreza”, “combate a la corrupción”. Pregunta elemental: ¿por qué no lo hicieron en los 90 años que llevan gobernando? Se quedaron sin dedos para tapar el sol.

Insisto, ya no se trata de estar a favor o en contra de un partido. Se trata de no darle otra vez el poder a quienes han despreciado a los mexiquenses y que han convertido la entidad en un cinturón de miseria y terror.

El horror ahí está, no hay manera de ocultarlo. Hay estadísticas, reportes de diversas ONG’s, investigaciones periodísticas de medios nacionales e internacionales, miles o tal vez millones de testimonios en agencias del ministerio público y en grupos de Facebook y páginas de internet.

Tal vez parezca inútil, pero hay que hacerlo, por algo se empieza el cambio. Voten por quien quieran (y como reza el dicho popular: “que Dios nos agarre confesados”), pero menos por el PRI. Esto no significa darle un cheque en blanco a la oposición y, por supuesto, con la salida del PRI no se resolverán los problemas por arte de magia, pero es un primer paso, urgente, que hay que dar.


Si están de acuerdo por favor compartan, que no se quede esto en un simple mensaje para mis amigos de Facebook, Twitter o a los escasos seguidores de este blog. Hay que hacer de esto una madeja que vaya creciendo y cimbrando conciencias. Si tienen otra propuesta, con gusto me sumo, pero hay que hacer algo. ¡Ya! #NiUnVotoMásAlPRI 

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