lunes, 20 de enero de 2014

Cómo hacer del hostigamiento telefónico algo divertido

He tratado de dialogar con ellos, pero no hay manera. Llaman todos los días de Banamex preguntando por mi hermana. Ella ya no vive con nosotros desde hace... no sé, mucho. Se supone que ya cambió sus datos, pero no hay día que no hablen preguntando por ella, supongo que para ofrecerle nuevos servicios, no lo sé bien porque a los ejecutivos no les doy tiempo ni de que me digan su nombre.

Lo he intentado todo: escuchar pacientemente su speech completo, para luego decirles que la persona a la que buscan ya no vive ahí y no tengo forma de comunicarme con ella. Obviamente no me hacen caso y siguen llamando. Les he colgado, los he dejado esperando en la línea hasta que se corta la llamada y les he dicho firme y claramente que ya no me estén chingando. No hacen caso.
Antes me molestaba, ahora no. Estoy viendo la posibilidad de cambiar mi número (porque dicho sea de paso, de cada 10 llamadas que recibo, 15 son números equivocados), pero antes quiero divertirme, de hecho ya lo empecé a hacer. Mientras escribía estas líneas recibí tres llamadas de Banamex. En la primera colgué. En la segunda le dije a la "señorita" que me diera su nombre completo y la ubicación del lugar de dónde me llamaba, que me dejara hablar primero, que por qué me llamaba tan tarde a mi número, qué tenía que hacer para que dejaran de hacerlo... en fin,  fui yo quien la hostigó con preguntas y no le permití hablar, hasta que se disculpó y me deseó buenas noches. Se escuchaba con ganas de mentarme la madre, pero ¡éjele, no puede!

En la tercera llamada le dije al ejecutivo que hablara correctamente porque no le entendía nada. La gente siempre se encabrona cuando la corriges o cuando le evidencias un error, en este caso de dicción, así que esta es una muy buena estrategia para sacarlos de sus casillas. La llamada fue más corta y terminó también con una disculpa y las buenas noches.
Seguiré divirtiéndome en lo que investigo cómo cambiar mi número, pero el tono de mis respuestas irá en ascenso invariablemente. Si continúan voy a terminar diciéndoles cosas como (léase en silencio y con los oídos tapados): “Si me vuelve a llamar, el tronco espinoso y con ramas que queda de mi arbolito de navidad, se lo voy a meter por el culo”. O (se me acaba de ocurrir): “Señorita, ¿le puedo decir señorita?, ¿cuántos años tiene?, ¿a poco a su edad nadie le ha metido la verga?” Se aceptan sugerencias.
Sé que las personas que trabajan en el call center no tienen la culpa, pero yo tampoco. Algo tendrán que hacer para que ya no los insulte, por ejemplo, dejar de llamar a mi número telefónico.

1 comentario:

  1. Nos pasa lo mismo en el trabajo: Por un pequeño error en la marcación, siempre buscan comunicarse a Telcel. Empezamos con tono amable, diciéndoles que se habían equivocado, pero un compañero decidió innovar. Ejemplo: (Aplica cuando detectamos que entra llamada del mismo número al que se le acaba de decir que está equivocado)
    "Domino's Pizza, ¿en qué puedo ayudarle?"
    "Servicio de atención a clientes de Iusacell, buenas tardes..."
    "¿Entonces tiene un cobro indebido en su factura? Pues si ya pagó, ignórelo. No hay de qué, hasta luego"
    "Hola ¿Cómo se llama? Pues yo me llamo Fulano, mucho gusto, hasta luego que tenga bonito día. (Colgar)"

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