Lo he intentado todo: escuchar pacientemente su speech
completo, para luego decirles que la persona a la que buscan ya no vive ahí y
no tengo forma de comunicarme con ella. Obviamente no me hacen caso y siguen
llamando. Les he colgado, los he dejado esperando en la línea hasta que se
corta la llamada y les he dicho firme y claramente que ya no me estén
chingando. No hacen caso.
Antes me molestaba, ahora no. Estoy viendo la posibilidad de
cambiar mi número (porque dicho sea de paso, de cada 10 llamadas que recibo, 15 son números equivocados), pero antes quiero divertirme, de
hecho ya lo empecé a hacer. Mientras escribía estas líneas recibí tres llamadas
de Banamex. En la primera colgué. En la segunda le dije a la
"señorita" que me diera su nombre completo y la ubicación del lugar de
dónde me llamaba, que me dejara hablar primero, que por qué me llamaba tan
tarde a mi número, qué tenía que hacer para que dejaran de hacerlo... en
fin, fui yo quien la hostigó con
preguntas y no le permití hablar, hasta que se disculpó y me deseó buenas
noches. Se escuchaba con ganas de mentarme la madre, pero ¡éjele, no puede!
En la tercera llamada le dije al ejecutivo que hablara correctamente porque no le entendía nada. La gente siempre se encabrona cuando la corriges o cuando le evidencias un error, en este caso de dicción, así que esta es una muy buena estrategia para sacarlos de sus casillas. La llamada fue más corta y terminó también con una disculpa y las buenas noches.
En la tercera llamada le dije al ejecutivo que hablara correctamente porque no le entendía nada. La gente siempre se encabrona cuando la corriges o cuando le evidencias un error, en este caso de dicción, así que esta es una muy buena estrategia para sacarlos de sus casillas. La llamada fue más corta y terminó también con una disculpa y las buenas noches.
Seguiré divirtiéndome en lo que investigo cómo cambiar mi
número, pero el tono de mis respuestas irá en ascenso invariablemente. Si
continúan voy a terminar diciéndoles cosas como (léase en silencio y con los
oídos tapados): “Si me vuelve a llamar, el tronco espinoso y con ramas que
queda de mi arbolito de navidad, se lo voy a meter por el culo”. O (se me acaba
de ocurrir): “Señorita, ¿le puedo decir señorita?, ¿cuántos años tiene?, ¿a poco
a su edad nadie le ha metido la verga?” Se aceptan sugerencias.
Sé que las personas que trabajan en el call center no tienen
la culpa, pero yo tampoco. Algo tendrán que hacer para que ya no los insulte,
por ejemplo, dejar de llamar a mi número telefónico.