sábado, 4 de abril de 2015

PARQUE BICENTENARIO: ¡AL DIABLO CHAPULTEPEC!

No es cierto, Chapultepec es maravilloso, solo buscaba un título provocador. En realidad son dos paseos distintos, sin embargo, el Parque Bicentenario tiene algunas ventajas sobre el “cerro del chapulín” que lo hacen una opción más atractiva para un paseo familiar. Aquí las razones.
Hacía mucho tiempo que deseaba conocer este lugar. Solo por curiosidad, porque desde su inauguración en 2010, lo único que sabía de él, es que se construyó sobre lo que fuera la Refinería 18 de marzo. El gobierno ha vendido muy mal este magnífico parque urbano, o mejor dicho, ni siquiera se ha ocupado de darlo a conocer. Triste, porque el sitio es realmente muy bonito. Nunca imaginé que estuviera tan bien diseñado, tan limpio, tan bien cuidado, y con tantas áreas verdes adecuadas para el esparcimiento.



El parque es una opción inmejorable para un día de campo familiar dentro de la ciudad. Tiene una estupenda ciclopista de dos carriles que le da la vuelta al parque; juegos infantiles; un área deportiva con canchas de basquetbol, voleibol (un par de ellas de arena), una cancha de futbol rápido y un espacio para patinetas; pista de arcilla; un museo; un lago artificial (no hay lanchas), y sobre todo, amplísimas áreas verdes perfectamente conservadas que se disfrutan de mil maneras: para hacer un picnic, jugar futbol, bádminton, frisbe, volar un papalote, o simplemente sentarse en el pasto a la sombra de un árbol.




Dentro del parque también se pueden visitar distintos invernaderos, un orquideario con especies muy bellas de estas plantas, y un área de chinampas con distintos cultivos.

VENTAJAS SOBRE CHAPULTEPEC
Hay menos gente. Cuenta el personal del parque que los fines de semana se llena, pero no se compara con la cantidad de visitantes que recibe Chapultepec.
No hay vendedores ambulantes. ¡Aleluya Señor! De verdad, aquí le saca muchos puntos a Chapultepec. Nadie sabe lo molestos que son los vendedores ambulantes, hasta que desaparecen. Si hiciéramos un símil, yo diría que son como el sonido de la computadora de escritorio en la oficina: nadie se da cuenta del zumbido castrante del CPU, hasta que se desconecta y descansan los oídos.

No se permite el acceso con mascotas. Aunque se quejen los amantes de los perros, es la única manera de mantener estos espacios libres de mierda —no hay otra manera de decirlo—. Sé que hay muchos dueños responsables que limpian las heces de sus mascotas, pero también son muchos los irresponsables. Ni hablar, pagan justos por pecadores.

Estacionamiento gratuito. No se diga más.


EL PASEO IDEAL
Como en cualquier lugar, todo se disfruta más sin gente. Lo ideal es venir entre semana (de preferencia martes y jueves, me dijo uno de los vigilantes), pero si no es posible, yo recomiendo ir el domingo a primera hora (abren a las 7:00 a.m.), vale la pena la desmañanada.
El domingo la gente circula generalmente a partir de las 10:00 a.m., ya sea por güevona, porque prefiere descansar un poco más en su cama, o porque están crudos de la noche anterior. Eso ya les da 3 horas de ventaja que se pueden aprovechar muy bien en los diferentes espacios del parque.
Hagan lo posible por llevar bici, la ciclopista es magnífica y se puede recorrer todo el parque. El domingo pueden entrar con ella tanto en el metro como en el metrobús, y el parque está justo a la salida del metro Refinería. No hay pierde.



RECOMENDACIONES
-Llevar bloqueador solar, sobrero, gorra, visera, sombrilla, o cualquier otra cosa que los proteja del sol.
-Usar zapatos cómodos, tenis de preferencia.
-Llevar toda el agua y comida que se vaya a consumir, porque adentro no venden nada. En los mapas dice que hay restaurante, pero ya no existe. Tampoco se pueden hacer parrilladas. No olvidar la hielera.
-Hay baños (sorprendentemente limpios), pero no jabón, y dudo que haya papel, así que hay que tomar precauciones.

Parque Bicentenario
Av. 5 de mayo #290, col. San Lorenzo Tlaltenango. Saliendo del metro Refinería.
Martes a viernes de 7:00 a 18:00 hrs.
Entrada gratuita

lunes, 16 de febrero de 2015

50 Sombras de Grey, la verdadera historia

Si partimos del hecho de que 50 Sombras de Grey es la más grande chaqueta mental (literalmente, por escrito) de la autora británica E.L. James, entonces no hay nada que criticarle a la película. De hecho, la realización es impecable. Todo bonito: encuadres, foto, locaciones, escenarios, maquillaje, vestuario, etc; muy ad hoc, considerando que uno de los protagonistas es un millonario joven, soltero, exitoso, educado y… bueno, todo eso que las mujeres creen que existe. 

¿Es creíble la historia? No, incluso resulta bastante ridícula la escena donde se conocen los protagonistas. Pero no importa, se trata simplemente de las fantasías sexuales de la escritora, punto. Ahí de aquellos que se auto engañaron pensando que la cinta exploraba las motivaciones intrínsecas del sadomasoquismo. Nada de eso. 

Por cierto, resultaría interesante saber si son fantasías comunes entre mujeres, o si éstas solo le atañen a la autora (si se tratara de las fantasías de un hombre, seguramente Grey y Anastasia hubieran cogido ahí mismo en la oficina, y la secretaria hubiera llegado a completar el cuadro orgiástico). No hay nada que llame al escándalo en la película, salvo unas cuantas nalgadas. 

Curiosamente, eso es lo que ha decepcionado a mucha gente, pues al parecer querían ver sexo duro y fuerte, con pelos y semen volando por la pantalla, o no sé cuáles eran sus expectativas (aun así, me tocó ver a una pareja abandonar la sala de cine). Es una película solamente para pasar el rato, más recomendable para mujeres, especialmente para aquellas que les gusta fantasear con la idea de que un millonario bien parecido se fije en ellas (ajá); los hombres mejor métanse (sin albur) a youporn, aquí no hay nada interesante al respecto.