¿Qué es la felicidad? ¿Dónde se encuentra? ¿Cómo se llega a ella? No tengo una opinión concreta respecto a “Los insólitos peces gato”, solo preguntas.
Es un drama familiar “cualquiera”, y ese es el gran valor de esta cinta, porque en el transcurso de esa historia “común”, se va trazando, poco a poco, un perfil hiperrealista de una de tantas familias de clase media-baja. Es una muestra muy representativa de un Universo, y no es algo fácil de lograr.
La cotidianidad —en la familia, la pareja, la vida misma— es una circunstancia ambivalente que juega a favor y en contra del individuo. ¿Cuántas veces la monotonía habrá acabado con una relación amorosa? Sin embargo, esos momentos repetitivos son los que se añoran cuando viene el rompimiento.
Por cierto, así como se deja testamento, deberíamos dejar un testimonio en audio o video a manera de despedida. No sé qué se sienta estar en el lecho de muerte, pero estoy seguro que muchos querrían una última oportunidad, un día, unas horas, para despedirse. Digo esto porque el final es conmovedor, y no es spoiler.
Pero quiero ser totalmente honesto. Tal vez estoy divagando, y si acaso llegan a ver la película, lo más probable es que no sepan ni de qué fregados estoy hablando. A mi favor solo me queda recordar que como en cualquier expresión artística, cada quien percibe la obra con una sensibilidad diferente, y al cine todos asistimos con un lente distinto. Habrá quien vaya con un gran angular y vea toda la magnificencia del filme, habrá quien lleve lentillas de acercamiento y encuentre detalles que nadie más vio, y habrá a quien se le olvide quitarle la tapa y la película le pase en negros. Yo solo dejo testimonio de mi experiencia, ustedes deciden si quieren ir a verla o no —apúrense porque está en pocas salas—. Me cuentan.